Hoy vamos a considerar el tema de los hábitos en la persona humana y a establecer cómo las características de los hábitos que tenemos, de algún modo, pueden llegar a predecir determinada cantidad y calidad de logros que alcancemos en nuestra vida. Para ello me voy a remitir al libro De víctima a protagonista que en la página 119 comienza con el análisis de los hábitos de las personas y analiza cómo esos hábitos van a influenciar en el futuro de la misma. Esta parte comienza con una frase de Ron Gilbert que quiero mencionarles antes de comenzar con el análisis.

¿Qué es un hábito?

Los hábitos son una disposición estable del espíritu y, dada dicha disposición estable, se dice de los mismos que son como una segunda naturaleza porque nos llevan a obrar y a actuar en determinados sentidos con mucha facilidad y casi sin esfuerzo. A quien tiene un hábito arraigado le resulta sumamente fácil realizar la acción instaurada por el hábito.

El problema es que hay hábitos buenos y malos. A los buenos les llamamos “virtudes” y a los malos “vicios”.

El hombre virtuoso o vicioso, que busca pasar de víctima a protagonista, encontrará muy fácilmente de realizar aquello que los hábitos establecen. Así, por ejemplo, el vicio de fumar forma casi parte del modo de ser del fumador y, cuando no fuma, pareciera que no puede ser él mismo. Con la virtud de leer o estudiar sucede lo mismo. Aquél que se encuentra habituado a leer o estudiar una o dos horas por día, cuando sucede un día en que por diversas circunstancias no puede hacerlo, siente como si le faltara algo. A esto nos referimos cuando hemos dicho que el hábito es como una segunda naturaleza, añadida a la naturaleza humana originaria: porque nos impulsa a Libro De víctima a protagonistaactuar de determinados modos con tanta facilidad, que cuando no actuamos del modo al que el hábito orienta, sentimos como si no estuviéramos completos o nos faltara algo.

Por este motivo es que los hábitos son tan importantes en la vida del ser humano. Los vicios para tratar de desactivarlos y las virtudes para ejercitarlas cada vez más. El problema surge cuando queremos instalar en nosotros una virtud que no poseemos o queremos desactivar un vicio que tenemos instalado. Al no estar el hábito instalado en nosotros, eso que queremos instalar nos cuesta mucho trabajo, esfuerzo y dedicación. Algunos estudios sugieren que un hábito tarda hasta un mes de práctica constante para instalarse, y algunos vicios tardan mucho más en desinstalarse.

La importancia de poseer hábitos buenos arraigados en nuestra persona, evitando los hábitos malos, es un buen indicador de la calidad de nuestro futuro. Todos tenemos, a la vez, tanto virtudes como vicios, pero debe ser un trabajo constante de la construcción de nuestra persona y del desarrollo de la misma el favorecer los primeros generando incluso virtudes nuevas, logrando a la vez eliminar nuestros vicios.

Dado que los logros significativos en la vida de cualquier ser humano requiere mucho esfuerzo durante un largo periodo de tiempo, nuestras virtudes serán los mejores aliados que podremos tener. Si quieres formar una familia y tener hijos, por ejemplo, no alcanza con el entusiasmo inicial o esporádico que pueda invadirte. Es necesario que día a día y durante muchos años poseas la virtud de la fortaleza y la templanza, entre muchas otras, para llevar adelante tal emprendimiento. Sucede lo mismo con cualquier otra meta que nos pongamos en la vida, ya sea esta laboral, deportiva o personal.

Ejemplos de vicios y virtudes

Por ejemplo, un vicio típico puede ser mirar todo el día la televisión o tener todo el día la televisión encendida en un hogar, este no es un hábito bueno. No estoy diciendo que esté mal mirar televisión pero, si lo que está bien en una determinada y acotada medida lo expandimos a una medida gigantesca, se transforma, tal vez, de algo bueno en algo malo. Si miro una hora de televisión por día no pasa nada pero si miro diez horas de televisión por día eso me perjudica y dificulta mi crecimiento y desarrollo personal.Virtudes para el desarrollo person al

Entonces, un hábito puede ser un vicio que nos perjudique, por ejemplo fumar, el cual es el típico hábito que nos perjudica. Pero, vuelvo a lo mismo, aunque el hábito sea malo, aunque sea un vicio, el problema del vicio y el problema del por qué nos cuesta tanto dejar nuestros vicios, es porque lo aquello a lo que estamos habituados lo hacemos con facilidad. Como todo hábito, aunque sea malo, nos cuesta muy poco esfuerzo hacerlo y por eso la fuerza debe estar colocada en dejar de hacerlo. El tema es que los hábitos una vez que se instalan en nosotros, operan de un modo bastante automático. Es como si fuera, como decimos los filósofos, una segunda naturaleza, un modo de ser agregado a la naturaleza original del ser humano en un aspecto específico.

El automatismo de los hábitos

La persona que está habituada y tiene la virtud de salir a hacer ejercicio todos los días o día por medio, tiene como una segunda naturaleza que ayuda a su cuidado y desarrollo; y el que tiene un vicio tiene como algo instalado en su vida que lo perjudica paulatinamente. El tema con los hábitos de víctima a protagonista es que, dependiendo de los hábitos que tengamos y las características que tengan en nuestra vida cotidiana, pueden, como he mencionado anteriormente, favorecer el desarrollo personal o entorpecerlo. Una vez que están instalados en nosotros los vicios, como recién decía la cita del autor, esos vicios nos van a embromar la vida, nos van a perjudicar. Es por eso que el autor dice «primero conquista los hábitos malos antes de que ellos te conquisten a ti». ¿Qué quiere decir conquistar los hábitos malos? Es hacer el esfuerzo para transformar hábitos malos en buenos o para dejar de que existan en nuestra vida los vicios, los hábitos malos.

Instalando virtudes y eliminando vicios

Por ejemplo, el típico ejemplo de la persona entusiasmada que comienza a ir al gimnasio y va todos los días o día por medio y se mata yendo, y al mes no va más. ¿Qué pasó? Una vez que se acabó el entusiasmo, como todavía no se le instaló el hábito bueno, no tuvo la suficiente disciplina o fortaleza para poder seguir haciendo el esfuerzo necesario hasta que el hábito se le instale. En cambio, en la persona que tiene el hábito instalado de ir al gimnasio, de hacer ejercicio, sucede lo contrario. El día que no puede hacer ejercicio porque llueve o porque tiene que trabajar o se siente mal, se siente como si le faltara algo. Con las dietas ocurre lo mismo, todos los lunes empezamos la dieta y el jueves la dieta se acabó, ¿Por qué? Porque no tenemos el hábito de la dieta.

Ya sea que queramos instalar virtudes que no tenemos o ya sea que queramos eliminar de nuestra vida vicios, tenemos que hacer un esfuerzo para lograrlo porque, tanto la instalación de un hábito nuevo como la desinstalación de un hábito viejo, necesitan un esfuerzo consiente durante una determinada cantidad de tiempo, normalmente de dos a tres meses.

La finalidad de la vida es nuestro desarrollo y crecimiento, y para eso tenemos una herramienta poderosa que son nuestras virtudes que nos ayudan pero también tenemos algo que nos perjudica que son los vicios. Lo que tenemos que hacer y estar conscientes cotidianamente y tratar de reforzar y de instalar nuestras virtudes, tratando a la vez de debilitar y desinstalar nuestros vicios. Nuestra vida cotidiana debe ser un ejercicio constante de trasvasamiento de vicios a virtudes, cada vez debilitar más los vicios y favorecer cada vez más las virtudes. Para eso necesitamos un esfuerzo, en la medida de que haya un vicio instalado, para desinstalarlo, y en la medida de que haya una virtud no instalada, para instalarla. Cuando la virtud se instala, no necesitamos hacer más esfuerzo, cuando el vicio se desinstala no necesitamos hacer más esfuerzo para desinstalarlo.

El crecimiento personal de toda persona, implica una toma de consciencia cotidiana sobre lo que hacemos todos los días. Yo soy padre y a veces miro la vida de mis hijos, miro qué hacen y cuáles son sus proyectos. Algunos alcanzan sus proyectos, otros no y otros andan mas lento. Si uno mira los hábitos que tiene cada uno de ellos o uno mismo se plantea determinados objetivos y no los alcanza o los alcanza a medias, si uno analiza la cantidad de hábitos, de vicios o de virtudes que tiene en su vida, ahí es cuando va a encontrar gran parte de las razones de por qué avanzamos, progresamos y alcanzamos nuestros logros o estamos estancados.

Aprendiendo a detectar nuestros vicios

Es importante que aprendamos a detectar en nuestra propia vida y en la vida de nuestros semejantes que dependen de nosotros y a los que queramos ayudar, cuáles son esos hábitos malos, esos vicios que los perjudican y que los mantienen estancados para que podamos ayudarle a ilustrar estos temas y ayudarlo a tomar conciencia de lo problemático que son esos vicios para esa persona y como ir transformándolos en virtudes. Smart-Idea1Es clave en la vida de cualquier ser humano estar atento, ser consiente, ser auto consiente, de los hábitos que tenemos operando que, a veces son muy automáticos y no nos damos cuenta de los mismos, es decir, son como transparentes y que, muchos de esos hábitos, si son virtudes serán bienvenidos pero si son vicios tal vez sean la causa de que no estemos desarrollando todo el potencial que tenemos disponible en nuestra vida. Si usted siente que no logra lo que quiere, si siente que no está pudiendo alcanzar sus objetivos, fíjese y analice si no hay vicios operando en su vida y trate de desactivarlos. Esto nosotros enseñamos a cómo hacerlo en el libro De víctima a protagonista.

Un ejemplo final

Para finalizar me gustaría dar un ejemplo más, el cual es muy típico en los adolescentes que les va mal en el colegio. La escuela secundaria, la segunda escuela, es una edad difícil para los muchachos y las muchachas porque no tienen instalados hábitos de estudio, pero sí tienen muchos vicios instalados como por ejemplo: distracciones, charlas, chat, la computadora, los juegos, que en su justa medida están bien pero en una medida excesiva se transforman en un perjuicio para la persona. Si uno analiza y compara a muchachos y adolescentes a los que les va bien y a los que no les va tan bien, encontramos, en los que les va bien, ciertas virtudes instaladas de estudio y de dedicación, y a los que les va mal, ciertos vicios instalados de distracciones, pérdidas de tiempo y demás. Esto pasa en nuestra propia vida.

Le ofrezco, como herramienta para ayudarlo a transformar sus vicios en virtudes, nuestro humilde libro De víctima a protagonista que trata de ilustrar estos temas y ayudarlo a comprenderlos y a darle herramientas para que pueda hacer el paso del vicio a la virtud en la medida de lo posible.

Mi nombre es Hugo Landolfi soy filósofo. Otros campos de mi investigación son la pedagogía y la psicología, integradas ambas a la filosofía. Es decir, soy una persona que busca, en el trabajo y en la vida, crear un contexto de calidad a la educación y la psicología para mejorar el bienestar de los individuos y las comunidades. En mi caso, quisiera inculcar y capacitar a compartir sabiduría y arte en el mundo académico, profesional y personal.

En una época de incertidumbre, mi objetivo es ayudar a las personas a ganar claridad en su forma de pensar, hablar y actuar. Me especializo en enseñar el poder de la vida consciente. Al conectar profundamente con otros en la vida y el trabajo, podemos crecer y aprender juntos. También estoy disponible como consultor para ayudar a equipos y a las empresas a tener claro su propósito y sus valores, y a establecer objetivos claros y pasos de acción para alcanzarlos.

Mis libros pueden ser conocidos aquí: https://hugolandolfi.com/libros.html

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  1. Hugo es de suma importancia el material que recibi ,estoy desarrollando una actividad donde las metas y los compromisos son los pilares para el Exito personal,ya recomende tu libro a varios amigos ,desde ya Gracias Hugo

  2. a los sesenta años tengo más vicios que virtudes. Es horrendo ver que se es una vícitma (de uno mismo). se dice que nunca se es demasiado tarde… será?

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