Hoy vamos a tratar en profundidad y con algunos ejemplos el tema “De víctima a protagonista” del libro homónimo del filósofo Hugo Landolfi. Uno de los temas mas importantes de nuestro curso de maestría y liderazgo personal, el cual le recomiendo tomar si usted realmente se encuentra comprometido en un genuino camino de crecimiento y desarrollo personal para su vida.

¿Qué es De víctima a protagonista?

Hablar de víctima a protagonista es simplemente un modo de hablar de la responsabilidad del ser humano frente a los sucesos que lo tienen a él como centro, es decir, como partícipe, aunque él mismo a veces no se vea como tal. Por ejemplo, si una persona está en todo momento rodeada de un conjunto de sucesos que le acaecen, es decir, de circunstancias en las cuales vive inmerso, es propio de la naturaleza del ser humano relatar y explicar las características que tienen dichos sucesos de determinados y particularísimos modos.

El ser humano RELATA de determinados y particulares modos los SUCESOS que le acaecen. Dicho relato Abre o Cierra puertas o posibilidades para la persona.

Para el ser humano, es connatural, de algún modo, relatar, contar un cuento, sobre lo que le sucede y ese relatar, ese explicar todo aquello que le sucede, no necesariamente es algo que el ser humano haga frente a otros, sino que es algo que también se dice a sí mismo. Cuando nos sucede algo, nos damos una explicación a nosotros mismos a través de un relato de qué es lo que ha sucedido. El escucha principal de lo que decimos y pensamos somo, usualmente, nosotros mismos.

Modos de explicar del ser humano lo que le ha sucedido:

  • Modo de explicar de la Víctima.

  • Modo de explicar del Protagonista.

En función de lo que venimos mencionando hasta aquí, hay dos grandes modos en el que el ser humano relata los sucesos que lo tienen como particípe: uno de esos modos centra su explicación en los sucesos y en las circunstancias EXTERNAS, en vez de centrarlos en su misma persona. A ese modo nosotros lo denominaremos «modo de explicación de la víctima«. Pero también hay otro modo que tiene el ser humano de explicar los sucesos donde la explicación ya no está tan centrada en los sucesos externos a él, sino que se centrada en él mismo, es decir, que la explicación está mas centrada en su persona. Cuando una persona explica mas de este modo decimos que explica «como un protagonista«.

Estos nombres que utilizamos para nuestros ejemplos, es decir, «víctima» o «protagonista», son simplemente metáforas para ilustrar un modo de relatar y explicar los sucesos que nos tienen como partícipes. No nos estamos refiriendo de ningún modo a las personas que adoptan dichos modos de relatar de un modo peyorativo ni estamos emitiendo un juicio de valor, simplemente es una herramienta pedagógica para tratar de ilustrar los conceptos que estamos tratando de explicar.

Por ende, no significa que ser víctima sea peor en un sentido de que la persona vale menos que si fuera protagonista. Son simplemente estrategias de explicación que tal vez tengan su origen en nuestra niñez, pero que lamentablemente siguen vigentes en la vida adulta. Lo que quiero explicar es lo poco eficiente que es explicar como una víctima, aunque parezca que uno hace un buen negocio haciéndolo. Veamos unos ejemplos.

Libro De víctima a protagonista

Es común en los chicos que cuando algo desagradable les sucede, es decir, cuando viven una circunstancia desagradable, la explicación que hacen de esa circunstancia se centre en la circunstancia justamente y por eso arman un relato de tipo victimista. Por ejemplo, cuando un niño en el colegio obtiene una mala nota o desaprueba un exámen, y tiene que explicar ese suceso a sus padres, dice que la maestra le puso esa nota: –La maestra me puso un dos, dice, no dice: –Me saqué un dos. No centra la explicación en su persona sino que centra la explicación en lo ajeno a él, en los sucesos o circunstancias que no tienen que ver con lo que él hizo. En cambio, cuando se saca un diez, una buena nota, no dice: –La maestra me lo puso, sino que centra su explicación en si mismo y dice que él se sacó un diez.

Naturalmente los niños para evitar el castigo, para evitar que se los reprenda, al enfrentarse a una situación desagradable, centran la explicación por fuera de sí mismos. Al centrar la explicación afuera, logra que disminuya su responsabilidad personal. Si «la maestra me puso un dos», es la maestra la que puso ese dos, «no fui yo el que se saco un dos y por ende soy responsable». Todo depende de la maestra que es «mala». En cambio, si me saco un diez, me saqué un diez yo y yo soy responsable.

El problema de estas estrategias de relatar como una víctima o un protagonista, cabe aclarar que esto en los niños es completamente natural e inocente, pero el problema se presenta cuando estas estrategias se extienden a la vida adulta.
Por ejemplo, en un ambiente laboral, es muy común escuchar cuando un empleado llega tarde, decirle a su jefe: –Llegué tarde porque había tráfico, es decir, centra su explicación en lo externo a él. No es que dice: –Llegué tarde porque, aún pudiendo considerar que iba a haber tráfico, decidí salir mas tarde. No centra su explicación en la propia persona, sino que lo hace en sucesos externos.

«Como norma general, la víctima explica centrando su relato en todo lo ajeno a él y el protagonista centra su explicación en la propia persona.»

Entonces: ¿Cuál es el problema de explicar como una víctima? Porque parece un buen negocio porque la víctima se desliga de responsabilidades frente a ese inconveniente que ha sucedido. El problema de ser víctima es que el precio que se paga por hacer eso es la pérdida de poder.

Pérdida de poder de la víctima

¿Por qué pierde poder? Porque si su explicación de la situación problemática se centra en algo fuera del control de la persona, esa explicación misma va a cerrar puertas para poder cambiar ese inconveniente. Si yo llegué tarde al trabajo porque había tráfico ¿Qué va a tener que suceder para que tenga que llegar temprano? Va a tener que suceder algo que esta fuera de mi control, lo cual es que no haya tráfico. Ahora, si yo explico desde el punto de vista del protagonista, el control pasa a estar en mis manos y yo, habiendo tráfico o no, puedo llegar temprano igual.

Si yo dijiera, por ejemplo, «Yo se que mañana va a haber tráfico porque es un día de la semana en el cual siempre hay mas tráfico de lo normal» entonces, considerando eso, yo voy a salir más temprano de lo usual para llegar a horario. Fíjense que la explicación misma es la que da poder para cambiar la situación problemática. Entonces lo que parece ser un buen negocio para la víctima, ya que la explicación le quita responsabilidad sobre lo sucedido, eso mismo le quita poder para solucionar el inconveniente que tiene.

El victimismo como estrategia de vida

El problema de esto es que se transforma en estrategia de vida. Explicar como una víctima  nos lleva a un estancamiento vital, es decir, las personas que explican las cosas que le pasan centrando la explicación en lo que sucede fuera de ellas están siempre esperando que desde afuera venga el cambio que las beneficie, que el beneficio personal depende de circunstancias externas que tienen que cambiar y que no dependen de ellos mismos o de cosas que tiene que hacer otra persona. Eso genera una actitud de quietud y por eso lleva a un estancamiento vital. Las personas que están estancadas en la vida, que no progresan, que están deprimidas, que están siempre llenas de dificultades, usualmente (hay muchas explicaciones para esto) las explicaciones que dan sobre los sucesos desagradables que los tienen como partícipes se centran en lo externo a la persona y la persona nunca tiene poder para cambiarlo. El cambio, la mejora y el progreso depende de algo que tiene que suceder ajeno a la persona, entonces ella misma no tiene nada para hacer, no tiene nada que le permita lograr ese cambio.

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Estas ideas que quería transmitirles tienen que ver con demostrar la importancia de pasar de víctima a protagonista a través de un re-aprendizaje de nuestros modos de relatar y de explicar las situaciones que nos tienen como partícipes. Pero esto no es fácil. Por eso lo invito a tomar nuestro curso de maestría y liderazgo personal que tiene muchos temas que trata y muchas cosas que le enseña a realizar. La primera de ellas es cómo pasar de víctima a protagonista. Genuinamente le recomiendo tomar nuestro curso, si tiene por intención en su vida el desarrollo y el crecimiento, porque la capitalización que va a lograr usted con el mismo en su propia vida va a dar unos frutos de muy notable calidad y muy amplios.

Espero que estas reflexiones le hayan podido arrojar luz sobre este tema y espero que, si realmente se encuentra interesado en aprender a cómo pasar de víctima a protagonista y a realizar muchas otras mejoras en la vida, puede transformarse en alumno de nuestra escuela y tomar nuestro curso de maestría y liderazgo personal.

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Mi nombre es Hugo Landolfi soy filósofo. Otros campos de mi investigación son la pedagogía y la psicología, integradas ambas a la filosofía. Es decir, soy una persona que busca, en el trabajo y en la vida, crear un contexto de calidad a la educación y la psicología para mejorar el bienestar de los individuos y las comunidades. En mi caso, quisiera inculcar y capacitar a compartir sabiduría y arte en el mundo académico, profesional y personal.

En una época de incertidumbre, mi objetivo es ayudar a las personas a ganar claridad en su forma de pensar, hablar y actuar. Me especializo en enseñar el poder de la vida consciente. Al conectar profundamente con otros en la vida y el trabajo, podemos crecer y aprender juntos. También estoy disponible como consultor para ayudar a equipos y a las empresas a tener claro su propósito y sus valores, y a establecer objetivos claros y pasos de acción para alcanzarlos.

Mis libros pueden ser conocidos aquí: https://hugolandolfi.com/libros.html

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  1. Gracias Profesor Hugo, me es muy grato volver a escucharle por este medio y agradezco por compartir el vídeo, aunque ya leí su libro, ahora creo esta más enriquecido y amplio, siempre es un placer escucharle

    1. Gracias querida María de los Ángeles por tus generosas palabras. Efectivamente, la nueva edición tiene el doble de longitud! Hasta pronto!

  2. Hola Profesor: me alegra volver a recibir sus videos. Muy interesante y claro. Muchas gracias. Saludos. Romina.

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