Todos hablamos con nosotros mismos, al menos internamente; se calcula que diariamente tenemos 50.000 pensamientos con los que podríamos escribir una novela o construir un diálogo, y es esto último lo que hace nuestra mente.

Por lo general en una mesa para dos, o en una sala para tres, incluso en un pequeño apartamento o habitación para 5 o más, muchas versiones de nosotros mismos debaten cara a cara refutándose, criticándose, vanagloriándose y dándose el visto bueno.

El diálogo interno un arma de doble filo que, bien blandida, nos puede ayudar a superar infinidad de situaciones y ayudarnos a vencer.

No siempre el diálogo interno es positivo, el lado negativo de estos monólogos también existe pero, negativo no significa enemigo; incluso el peor de éstos diálogos puede convertirse en un aliado.

¡Aprende cómo poner las cartas a su favor, después de todo, el rival es usted mismo!

Tú versus Tú

Los diálogos internos son el principal desencadenante de una reacción que conlleva a una emoción. Muchas veces un auto diálogo puede resumirse a una simple frase automática ¿qué es exactamente una frase de este tipo?

Es la respuesta que le da nuestro ego a determinada situación para hacernos reaccionar de cierta forma:

  • No lo voy a lograr.
  • Se están burlando de mí.
  • Estoy haciendo el ridículo.

Son sólo algunas de las frases automáticas que marcan el inicio de un auto diálogo. Y también el final

¿Cómo podemos entonces convertir una frase de tal impacto en nuestro carácter en algo positivo?

Pues primeramente es determinar que esa voz que habla no es nuestra esencia sino nuestro ego. La mejor forma es responder sinceramente a la siguiente pregunta ¿hay alguna distorsión cognitiva entre la realidad y éstos pensamientos?

Puede que en el momento no obtengas una respuesta si te sientes bajo mucha presión o si estás atendiendo exteriormente otra situación ya que las “voces en nuestra cabeza” no tienen un horario para intervenir, sin embargo, estos son los primeros pasos para poder aprovechar a nuestro favor el diálogo negativo que comienza con esas pequeñas frases cargadas de críticas o afirmaciones destructivas.

Aprendiendo a Predecir el Diálogo Negativo Interno

diálogo interno

El entrenamiento es la mejor forma de aprender a reaccionar como es debido ante la intervención de esos pensamientos automáticos, saber qué tipo de diálogo negativo comienza a crecer en nuestras mentes nos ayudará a poder abordarlo correctamente.

Este es el primer gran paso que se necesita para conocerse a uno mismo y lo que nos ayudará a transformar ese diálogo negativo inútil a uno crítico positivo pues, el diálogo negativo no es más que la auto crítica llevada a su máxima expresión pesimista.

¿Qué tipo de diálogo negativo es este? Aprendamos a responder esa pregunta primero.

Ansioso

Como su nombre nos deja fácilmente adivinar su naturaleza, es aquel que promueve la ansiedad y sus frases favoritas comienzan por “Y si…”

  • ¿…me quedo sin el trabajo?
  • ¿…no consigo a nadie?
  • ¿…no puedo llevar comida a la mesa esta semana?

Pensamientos automáticos cargados de ideas catastróficas, no sólo un mal escenario sino el peor escenario el cual dispara emociones negativas.

Autocrítico

Que no implica criticar para mejorar sino para juzgar, para remarcar con letras capitales los errores cometidos disminuyendo los logros. Este diálogo por lo general no es ni siquiera nuestra propia voz sino la voz de alguien que nos criticó antes; mamá, papá una ex pareja. Es esa voz la que nos reafirma lo que antes nos dijeron. Que pudo ser cierto en aquel entonces, pero ya no.

De la Víctima

“típico de mi…” “¡no me extraña que me pase esto!” y otras frases de auto compasión para luego convertirse en una auto lástima extrema y derrotista que termina llevándonos al punto de “¿Para qué intentarlo si al final va a pasar lo mismo de siempre?”

Dicho diálogo puede tener sus raíces en una simple frase que nos marcó desde que la escuchamos “¡eres un bruto!” a partir de allí nace este diálogo interno que no es más que un paradigma mental el cual condiciona nuestra manera de pensar.

Perfeccionista

La frustración siempre está a la orden del día para éstas personas que siempre ven frente de sí no la meta ya alcanzada sino un puntaje mejor del que obtuvieron “me salió bien… pero lo pude haber hecho mejor” “esto no sirve”; son las frases típicas de este tipo de personas cuya auto crítica raya en la soberbia.

Pasos para Aprender a Dominar el Diálogo Interno Negativo

Saber regular nuestros pensamientos negativos (y también los positivos) es haber ganado la batalla interna con nosotros mismos, para ello se debe ejercitar la mente de la siguiente forma; no bajo presión, primero preparémosla.

Paso #1

Recrear en nuestra mente una situación que desencadenó un diálogo interno negativo.

Paso #2

Permitir que afloren todas esas frases automáticas y una vez las vayamos reviviendo anotarlas en un papel tal cual salgan.

Paso #3

He aquí el paso más importante de todos, al leer lo que nos hemos dicho a nosotros mismos podemos determinar si en esos pensamientos hay una distorsión cognitiva. Las más típicas distorsiones cognitivas son:

  • Pensamiento divinativo: “esa persona se está burlando de mí” “lo están haciendo a propósito” y muchas otras frases que surgieron en nuestro diálogo negativo pero que, aunque para nosotros eran una certeza en ese momento, en realidad nunca preguntamos a esos terceros si nuestras sospechas eran ciertas.
  • Pensamiento dicotómico: una versión absolutista-fatalista “si me paso una vez me pasará siempre” estos pensamientos de todo o nada levantan barreras tan difíciles de escalar como de romper.
  • La catastrofización: tan fuerte como suena su nombre así lo es, y así son las creencias que nos implanta nuestro diálogo interno a través de estos pensamientos.

diálogo interno

Paso #4

Admite que esa voz forma parte de ti y que, de la manera más incorrecta busca protegerte, pues eso es el diálogo negativo, un mecanismo de defensa ante una situación adversa que nos busca proteger por medio de hacernos renunciar a la situación en lugar de ayudarnos a superarla.

Siempre existen dos opciones: correr hacia adelante o correr hacia atrás.

He aquí donde debemos convertir a nuestro diálogo negativo en un aliado, discernir el por qué nos quiere alejar de dicha situación y hasta qué punto nuestro ego tiene la razón.

Hacerlo en plena situación de estrés es muy difícil al principio, pero con este ejercicio de escribir nuestro auto diálogo podremos aprender a entablar un verdadero diálogo interno negativo y no un monólogo de micro frases.

Paso #5

Intercambia la forma de decir las cosas en tu diálogo negativo por frases más positivas sin desvirtuar el concepto. Tal vez lo que necesitas realmente es decirle algo a alguien, indaga en tus sentimientos, trata de excavar hasta conseguir qué emociones tienes bloqueadas y entonces replantea las frases.

“Nadie me comprende” podría convertirse entonces en “debo cambiar mi manera de expresarme para que los demás puedan entenderme” el proceso de reflexión ante las frases automáticas negativas puede ser largo, pero llegar a una conclusión como “seguramente, si busco, encuentro a alguien que me comprenda” es la forma de conquistar nuestro ego no por la fuerza sino por la paz.

Son nuestros pensamientos los que desencadenan las emociones, no las situaciones, estamos acostumbrados a decir “estar aquí me hace feliz” pero esa es una creencia incorrecta, el lugar nada tiene que ver, son nuestros pensamientos que se convierten en una realidad a través del mapa de nuestro cerebro. De lo contrario ¿por qué no todos son feliz en ese lugar entonces si desde tu perspectiva es perfecto? No es el lugar, tampoco eres tú; son tus pensamientos.

Aprender a traducir, o mejor dicho, leer entre líneas lo que nos decimos a nosotros mismos en nuestro diálogo interno negativo, nos puede ayudar a sobreponernos a situaciones exteriores o interiores de manera tan efectiva como lo puede hacer un diálogo positivo.

Referencias

Los 10 tipos de ego que existen

Ello, Yo y Superyó

Tres consejos para perdonarse a uno mismo

Mi nombre es Hugo Landolfi soy filósofo. Otros campos de mi investigación son la pedagogía y la psicología, integradas ambas a la filosofía. Es decir, soy una persona que busca, en el trabajo y en la vida, crear un contexto de calidad a la educación y la psicología para mejorar el bienestar de los individuos y las comunidades. En mi caso, quisiera inculcar y capacitar a compartir sabiduría y arte en el mundo académico, profesional y personal.

En una época de incertidumbre, mi objetivo es ayudar a las personas a ganar claridad en su forma de pensar, hablar y actuar. Me especializo en enseñar el poder de la vida consciente. Al conectar profundamente con otros en la vida y el trabajo, podemos crecer y aprender juntos. También estoy disponible como consultor para ayudar a equipos y a las empresas a tener claro su propósito y sus valores, y a establecer objetivos claros y pasos de acción para alcanzarlos.

Mis libros pueden ser conocidos aquí: https://hugolandolfi.com/libros.html

Comparte tus comentarios o realiza una consulta:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

{"email":"Email address invalid","url":"Website address invalid","required":"Required field missing"}